miércoles


Sí, puedo amar una piedra, Govinda, así como un árbol y hasta un pedazo de corteza. Son cosas, y las cosas pueden ser amadas. En cambio soy incapaz de amar a las palabras. Por eso las doctrinas nada significan para mí; no tienen dureza, ni blandura, ni colores, ni cantos, ni aroma, ni sabor: no tienen más que palabras. Tal vez sea esto mismo lo que te impide encontrar la paz; tal vez sea todo este exceso de palabras.

Hermann Hesse



Tampoco olvido que, pegado a la persiana, oí morir a un conscripto en la calle y ese hombre no dijo: "Viva la patria", sino que dijo: "No me dejen solo, hijos de puta".

Rodolfo Walsh

1 comentario:

  1. Las palabras (y no vengo a filosofar porque no tengo ni la más puta idea) tienen un peso contundente...que contrasta con el dicho "a las palabras se las lleva el viento" que habla de la liviandad con la que se las exclama...y el poco compromiso de quien las dice. Yo aún y a pesar de todo creo en ellas. Pero amo las cosas más que a las palabras.

    Los dos extractos que elegiste me fisuraron la psiquis.

    El de Walsh...un cuchillo clavado entre ceja y ceja.

    Abrazo

    ResponderEliminar